Cuando la ignorancia es la que decide

 Revista Eje21/ 11 de noviembre de 2024




Por Víctor Zuluaga Gómez



Cuando hacía mis recorridos por la zona indígena de los Chamí, ubicada al Occidente de Mistrató, pude observar que, en varias casas o tambos, tenían cultivadas flores en unas tazas sanitarias que se encontraban en los patios de las casas. Indagando sobre el asunto, me informaron que eran unos sanitarios entregados por parte de las alcaldías de Mistrató y de Pueblo Rico, con el fin de mejorar la situación sanitaria de la comunidad indígena. Sin embargo, las autoridades de dichos municipios no se habían enterado que en la extensa zona indígena, no hay acueductos, así como ninguna instalación que pudiera proveer de agua a las tasas sanitarias.

Recientemente se ha hablado de la posibilidad de hacer entrega de unas tierras ubicadas cerca de Ukumarí, a los indígenas que han venido llegando a la ciudad y se ubican especialmente en Villa Santana, Puerto Caldas y Galicia.

Los comentarios no se han hecho esperar, diciendo que, si se les entrega esas tierras a los indígenas, de inmediato se produce una enorme devaluación de las mismas, porque inmediatamente procederían a ocupar tierras de los vecinos.

Se ignora por completo, en primer lugar, que dicha comunidad del Chamí, fue despojada de sus tierras ancestrales, incluso reconocidas por la corona española, a la altura del año 1903, cuando el gobierno del Cauca ordenó que sus tierras fueran rematadas públicamente, cosa que se hizo en Riosucio un 17 de diciembre y fueron comprados por un rico habitante de dicho municipio por $33.000 pesos. Su territorio abarcaba todo Mistrató, todo Pueblo Rico y la mitad de Bagadó. Esto, para recordarle a la doctora Paloma Valencia que todas las tierras del Cauca eran de propiedad de los indígenas, de las cuales se fueron apropiando lentamente los españoles y sus descendientes.

Pero el asunto más importante tiene que ver con la ignorancia de quienes han propuesto la entrega de dichas tierras a los indígenas, así como de aquellos que simplemente se oponen a ello, porque las tierras se devaluarían. Pues bien, el hecho es que los Embera Chamí siempre han sido cazadores, pescadores y recolectores. Ello significa que nunca han sido ganaderos o agricultores y por lo tanto, necesitarían unas amplias áreas de tierras de manera que pudieran practicar sus actividades económicas tradicionales: caza, pesca y recolección. Si esos requisitos, la entrega de tierras es simplemente un absurdo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El agua y la crisis ambiental en el Norte de Caldas

ESTATUTOS DE LA REVEAMBIENTALCALDAS

Un país con grandes retos ambientales