Revolución urbana, desafío para el Eje Cafetero
Por:
Gonzalo Duque Escobar
A continuación la importancia de un Área
Metropolitana en la subregión Centro-Sur de Caldas, como estrategia previa para
consolidar la Ciudad Región del Eje Cafetero, por ser dos elementos de una
moderna revolución urbana, que además de redistribuir beneficios generaría
mayor riqueza en el territorio, resolviendo de paso la precaria participación
del PIB regional a nivel de país (3,9%), y su concentración en las capitales
departamentales, gracias a los modernos instrumentos de ordenamiento
territorial que ofrece la Ley colombiana para la gestión integrada del
territorio, la integración hacia adentro y hacia afuera de los centros urbanos
conurbados, y el desarrollo municipal sin menoscabo de su autonomía.
A nivel global, mientras los países de
occidente recurrieron a la revolución de la vivienda para fortalecer la demanda
agregada, China lo hizo con la revolución urbana conformando sistemas de
ciudades que al complementar sus economías le permitiera a la nación
crecimientos del PIB superiores a los de la Unión Europea y Estados Unidos. Sin
duda alguna, mientras la tradicional planeación urbana fracasó al considerar
que los medios urbanos podían sacar ventaja de la competencia, así el escenario
fuese de grandes urbes o ciudades intermedias, contrariamente las conurbaciones
que han integrado sus territorios para construir sinergias, han encontrado
oportunidades y resuelto desafíos para avanzar hacia el desarrollo sostenible.
De conformidad con los anteriores
postulados, mientras la urgencia de Bogotá debe ser resolver problemas de
escala como la movilidad y volverse internacionalmente competitiva, o la de los
pequeños poblados desarrollar una competencia fundamental de cara a la gran
urbe de su vecindad, las ciudades intermedias -grandes como Medellín o Cali, o
pequeñas como las capitales cafeteras-, para no palidecer al sufrir fenómenos
de vaciado, deben complementar sus economías con un centro urbano vecino del
mismo nivel de relevancia, para obtener de la conurbación altos niveles de
crecimiento con logros sociales y ambientales significativos.
Así entonces, las capitales del Eje
Cafetero como ciudades intermedias pequeñas, deberán conformar un clúster
urbano mediante una integración horizontal de especialización flexible, que
fortalezca sus economías previendo las relaciones metropolitanas que se
ejercerán desde Cali y Medellín conforme avanza la conectividad vial, para
convertir en oportunidades las relaciones dominantes y su posición geoestratégica.
Para el efecto, sin contar otras ventajas naturales y culturales de cada
departamento, mientras Pereira puede aportar su potencial comercial y Armenia
el notable desarrollo turístico del Quindío, Manizales podrá desarrollar
fortalezas en la economía del conocimiento.
Pero el paso para prevenir conflictos y
potenciar desarrollos, no es el crecimiento urbano per se, sino la construcción
de sinergias entre los entes territoriales: al examinar la estructura
jerárquica y los procesos de crecimiento urbano por décadas, en grandes
megalópolis conurbadas de diferentes continentes, bajo el contexto de una
teoría evolutiva de las ciudades, en todos los casos la reciprocidad entre
tamaño urbano y crecimiento resultó baja o ausente, mientras que la correlación
entre movilidad-conectividad y economía, ha sido en extremo alta.
Partiendo de ese fundamento, gracias a que
en el Eje Cafetero la RAP resuelve la brecha territorial entre los órdenes
nacional y departamentales, mediante una revolución urbana podríamos convertir
las ventajas comparativas territoriales en factores de competitividad,
conformando una Ciudad Región que al integrase con el eje Cali-Medellín
estructuraría un sistema urbano sin precedentes en el Pacífico latinoamericano;
solo que esta gran conurbación necesariamente pasaría por la consolidación
previa de las áreas metropolitanas del Eje Cafetero, y por lo tanto por una
importante revolución urbana soportada en una integración efectiva del
territorio.
En esta ecorregión cafetera habría un
mercado de 1,8 millones de habitantes, si el Área Metropolitana del Centro
Occidente legalmente constituida, además de sus tres municipios, vincula a
Santa Rosa de Cabal para tener 760 mil habitantes; si también Armenia
consolida jurídicamente una conurbación de 490 mil habitantes, y si la
Centro-Sur caldense con 550 mil habitantes hace lo propio. Dicha integración
tejida mediante un sistema integrado de transporte, conformaría la Ciudad
Región como herramienta fundamental para jalonar desde la RAP proyectos estratégicos
relacionados con servicios públicos, seguridad y medio ambiente, además del
Aeropuerto del Café con alcance transoceánico, las plataformas logísticas del
Magdalena Centro y del Corredor férreo del Cauca, y el Paisaje Cultural
Cafetero como motor del turismo.
* Profesor Universidad Nacional de Colombia
http://godues.webs.com [Ref: La Patria. Manizales 2019-09-23] Imagen: Áreas
Metropolitanas y Ciudad Región del Eje Cafetero, y Triángulo de Oro de Colombia.
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A.M. CENTRO SUR Y CIUDAD REGIÓN:

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